Déjame decirte
que hoy está lloviendo
y la plaza nuestra
parece un desierto
y que en cada rayo
que desprende el cielo
siento a tu mirada
atravesarme el cuerpo.
Y que están mis ojos
imitando al tiempo
porque a tu recuerdo
lo ha acercado el viento.
Déjame decirte
que ya no te siento
que es solo mentira
y en verdad es cierto.