Y mi única emergencia será buscarla
Cuando acabe la paciencia
Pues mi esencia
Sigue atada a su presencia en ausencia
A su fragancia que tiene mi vida en insolencia
A su norma que elimina otras normas y la ciencia
A la potencia de la creencia
A la frecuencia de la elocuencia
A la vigencia de la trascendencia
A la sentencia de la decadencia
A la confluencia de la cordura y la demencia
A la vida misma, lo perfecto y su falencia...