Las luciernágas de la mente
reflejan la luz sobre los folios
así es que las letras resplandecen
mataré el dolor a golpes de caricias
en la lenta noria de la vida
la tarde me mira y se estremece
quisiera dormir a pierna suelta
como cuando era solo un niño
abrazado a la solapa de la cama
lleno de sueños y ansías imposibles
hoy ya están rotas las alas de las mariposas
que volaban en aquellos verdes jardines
agua ya pasada de la infancia
a golpes de dolor hice raíles
por donde el tren de la nostalgia pasa
estériles son las palabras del poeta
que esconde la paz en un rincón cualquiera
hambre de amor y de justicia
donde el corazón se desespera
y pido un mendrugo de pan duro
para poner una sonrisa sobre mi desconsuelo
colgaré mi ropaje en los cáncamos del viento
y me iré tal como vine desnudo de palabras
lleno de luciérnagas mi pensamiento
guiñán un ojo los semáforos
ya podemos pasar al otro lado
dejando atrás las románticas palabras
aquellos viejos tiempos ya han pasado
hay sol y sombra en las arrugas ya marcadas
tiremos la amargura a la basura
rota la existencia por la espada
a lo lejos hay un tenderete de lágrimas
que se están secando con gloria pura
es la Esperanza cosmíca que llega dulcemente
hay nuevas semillas que descubro
en las luces olvidadas de la orilla
tiembla a lo lejos la ciudad dormida
arropada por la niebla permanente
una mochila, y empezamos a caminar
con torpes pasos por el escenario de la vida
y pintamos poemas en las paredes
amor romántico del poeta Bécquer
somos jóvenes universitarios
que siempre en el amor suspenden
desnudamos las liras y las arpas
repetimos curso aunque nos pese
si Federico Lórca nos viera
el que aprobaba siempre
entro de cuclillas y pongo
un beso sin palabras sobre tu frente
sí, soy un simple plueberíno
arrancado de la tierra sin simiente
escribo con la salíba, con la sangre, con los dientes
mastico y escupo las palabras
muchas veces soy cobarde y algunas
solo algunas soy valiente
me paro a mirar la luna
para mi siempre está en eclipse
una sonata en si negativo
con la lírica en el espejo de mi mente
bajo el viejo jazmín dormido
espero Señor impaciente
me olvidé de decirte
que hasta los ciegos miran
el sol que en sus mentes resplandece
son estrechos los caminos de esta vida
hay sal en los labios, el sudor crece
llega la noche y llora el alma
pero siempre, siempre amanece
se filtra la luz entre las ramas
y luego se desfanéce
pero el árbol crece y echa raíces
regado por las dulces aguas
y a su sombra descansamos
un gozo que no tiene fronteras
ni alambradas ni muros altos
¿ quien puede detener la verdad y las palabras ?
los sueños, el amor y la Esperanza
no hay barreras en el alma
dame el bocadillo si lo hay, y la cartera
que voy corriendo y llego tarde a la escuela
que ya me se el abecedario
y también las cuatro reglas
tengo que estudiar mucho
que cuando sea grande ¡ seré poeta !
¡ menuda carrera jovén, tu
no sabes lo que te estera...!
ADANS BECMAN Y MANZANILLA.