El gran dios Sol, convertido
en un gallardo mancebo
antes de irse al firmamento,
a Urutaú enamoró.
Desde entonces, ella vaga
por los árboles del monte,
siempre se escucha de noche
su grito desgarrador.
Octavilla de:
Adolfo César Marcello
Seudónimo: Nazareno
Tucumán - Argentina