Al contemplar tu belleza,
Admirar tu sencillez,
Yo me siento descortés
Al no aceptar, mi princesa,
Que tienes tanta nobleza
De ser todo cuanto hoy es
El encanto en cuerpo y tez
De una suprema proeza;
Mucho te quiero sincero
Y por siempre te querré;
Aunque a cambio nada espero,
Siempre tu amante seré:
Tú serás ese lucero
Que en mi interior yo anhelé...