Sinus Iridum

Crónicas de profesión

“El movimiento es la fuerza

que la vida profesa,

discípulos que refuerzan

su magnitud traviesa.

 

Cuando el invierno despierta,

sus guardianes se levantan

y al esputo espantan,

por auscultación alerta

nutre vía aérea abierta.

 

Sale con cara de risa

ángel de canción aprisa,

por fin libres para jugar

y volver a canturrear,

abonando su sonrisa.

 

Su misión es ayudar,

sus motoneuronas agitar

y con shear stress no marchitar

su sistema cardiovascular.

 

Manos de vendaval

al flujo han de cuidar,

tacto maestral

apoyan su rehabilitar.

 

La experiencia te dio

el don de la observación,

con promoción y prevención

su estadía guió.

 

Ayuda sin excepción

cuando tiene su vocación,

pero el sistema daña

con su atención tacaña,

complicando su actuación.\"