Sentí, sin alguna evidencia
a aquel que promete ser
lo mejor de él mismo.
Él agua que de su raíz
huye,
hoy reposa sobre sus puntas
como gran nube ciega
que no cae, por miedo
a no ser aceptada.
Acusa a la peineta
sin razón,
sabiendo que ella
es la ocasión
de lo mismo que divaga,
porque alguien sin compasión
quiso posar sus pies
en donde ella,
ni su nariz se posan
para oler.