Cuando me avisaron que llegarías
Pensé en ti como un otro de mis parientes
Esperando y fumando en ese frio aeropuerto a tu vuelo
Pero no llegabas y a punto de encender mi auto
Atrapaste mi espalda
Regresé a ver asustado y era una bella joven
Con piel blanca del frio y labios rojos de pasión
Pero un rostro de una tierna cretina.
No pude negarme cuando mi techo solicitaste
Esa noche nos quedamos sentados en la sala
Conversando de todo lo que se nos pudo haber ocurrido
Saliendo el sol, pensamos en dormir
Pero las ideas seguían viniendo
Y el amor surgiendo
Pasamos sin salir de esa sala.
Esa sala era nuestra única testigo de nuestras amadas charlas
Con el tiempo se nos hizo normal
Dejar de dormir, dejar de vivir
Y comenzamos a mirarnos, en silencio, en calma, en la sala
Pasábamos los días alimentándome de tu sonrisa
Y tú de la mía
Y una madrugada, aquella que no podré olvidar
La madrugada en la que las miradas penetraban en el alma
Nos acercamos, agarramos nuestras manos
Y juntos habíamos muerto.
El amor nos carcomió
Pero La Muerte no nos venció.