Somos ciegos porque no podemos ver lo que realmente importa;
Confundidos, pasamos el tiempo rindiéndole tributo a las personas equivocadas;
Hemos despreciado lo mejor de nuestro vida, y todo por tipos, estereotipos: 90-60-90;
Lo más duro de todo esto, es no poder amar a quien de verdad lo merece;
Porque no vemos nada, lo bueno es desconocido y aún seguimos creyendo que el equivocado, es el amor.