Tanto y nada, de todo y poco...
Mi vida se fue mezclando entre
noches de tristeza y de placer,
entre amar y odiar, entre abrazar
y dejar de abrazar, tener y no tener,
dejar ir y retener, vidas pasadas de
mi alma en cautiverio, noches enteras
sin dormir pensando en ti,
en tus ojos, ¡Ojos míos qué tanto Amo!
haciéndome mil veces la misma pregunta,
¿Por qué te conocí?
Yo era feliz sin ti y después no era feliz sin ti,
la vida me cambió, me robo vida y tiempo
en tu compañía, fueron tiempos muy bellos
los que viví junto a ti, estaba atada a ti,
seducida por tu poesía, adicta a verte,
y a sentirte, a tenerte solo para mí.
Cuando te enamoraste te perdí.
No quiero escribir de ti y, siempre termino
haciéndolo, ¡Quiero escribir de mí!
De la vida agridulce que me tocó vivir,
He amado y me han amado pero siempre
salgo perdiendo, Dios, se los lleva cuando
más feliz estoy de ser amada,
nada cambio de lo que he vivido,
tengo tres hijos que me aman y me cuidan,
dos nietos que son mi más grande tesoro,
dos hermanos que me consienten,
vivo en un país donde me siento orgullosa
de ser mexicana, amo la tierra que me vio
crecer, soy ciudadana del reino de Dios
por adopción y por gracias de Dios.
Mi vida es muy aburrida, no tengo nada
sobre saliente qué contar, es cotidiana,
mujer de hogar, amante de las letras,
de la cultura, y de la poesía, escribo de todo,
lo que veo, siento, digo, y amo,
solo voy de paso, mi ciudadanía está en el cielo,
aunque cause risa, eso creo y eso nadie lo cambia,
soy pecadora lo confieso, pero tengo la seguridad
que mi salvador me perdona lo imperdonable,
aunque se levanten jueces y me apedren
igual que a María Magdalena, por pecadora,
creo en la salvación y eso me da paz y esperanza
de vivir la vida eterna con cristo Jesús.
hoy comparto lo qué dictó mi alma.
Por último quisiera decir qué te olvidado,
pero no es así, te sigo amando como el primer día.
Tanto y nada, de todo y poco, fue lo qué viví contigo.
Siempre serás mi amor secreto, ¡Mi Ángel de amor!
Un año qué se va, y sigo sin ti,
y vivo para ti hasta el fin de mis días.
-El recuento de los daños, del año que termina-
Alicia Pérez Hernández...México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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