Pasaba los días mendigando,
mendigando tus anhelos
mendigando tus suspiros.
Mendigando al sol
por el ausente calor de mi existir.
Pasaba las noches mendigando,
mendigando tú insomnio
mendigando tus pensamientos
Mendigando a la luna
por la ausente luz en mi silueta.
Pasaba el tiempo,
pasaba mi vida mendigando,
mendigando por ti.
Mendigar ¿Por qué?
Comprendí que lo tenía todo
y sonreí, porque no eras tú.
Luisa Liendo.