Desearía volver al pasado y mirar aquellos años cuando tu mano acariciaba la sonrisa del viento recorrer tu suave cabello.
Poder sentir el fulgor de tus tiernas palabras volar tan alto a fronteras del espacio y llenar cada rincón, cada vacío del universo donde no llega la luz del sol.
A menos de lo que te imaginas, un ángel azul cuida cada instante de tus alegrías como la magia de la primavera vela cada pétalo de sus rosas cada minuto de su vida.
Por último, la vida sigue su camino con mentes y cuerpos distintos lejos de nuevamente ver el amanecer juntos porque de este mundo ya hace mucho de ti me he ido.