Arde un infierno de melancolía en mi corazón.
Arde un infierno de odio profundo, de una tristeza infinita.
Arde por completo cada esquina de mi alma.
Me ardes vos, me ardes vos con tus recuerdos, con tu manera de querer tan seca como el viento de un frío invierno.
Me ardes vos con tu manera de ignorar todo lo que pasa entre vos y yo.
Me ardes y eso significa que me doles.
Me duele tu manera de demostrar que te importó aún menos de lo que yo creía.
Me duele amar, amarte tan profundo y duele más que vos no sientas ni la pequeña mitad.
Me duele haberte dedicado noches enteras de insomnio y melancolía, cuando a vos por mi ni una lágrima se te caía.
Me doles en la piel, en cada ausencia que me tocará recorrer sin tus labios.
Me duele ser yo la que busque verte hoy, la que quiera un beso tuyo y la que piense tanto en vos.
Me duele aún quererte cuando tengo todas las razones para huir, huir de ti y de mi, de esto que siento por ti.
Y me cansé de sentir, de acomodarme a tus rutinas, a tus tiempos, de acomodarme en tus sitios preferidos, de sentir que tus besos son el único antídoto y que en tus brazos encuentre todo lo más lindo.
Me cansé de ser lo que soy por vos, de hacer todo por sentirte aunque sea cinco segundos en mi piel.
Me ardes en el alma, en cada rincón de mi ser.
-Denise Arredondo