Las mareas del tiempo
habían ahogado sus esperanzas,
echadas por la borde cual restos,
y hasta una playa indiferente arrastrados
La estrella de la tarde apagada,
así dejando de ser una guía confiable,
e incluso Selene su brilla extinguió,
mostrado su espalda de las tinieblas
Sumergida en las profundidades
de un océano engañoso,
la mesa para su cena festiva puesta,
se quedó nadando entre dos aguas,
velas sin encender en vano aguardan
para iluminar una fiesta aplazada
David Arthur ©®
La foto por David Arthur