Recuerdo aquella tarde cuando los sauces
Se tragan el silencio de sus murmuraciones,
Quieta la brisa, como pasmados los vientos,
Aquella tarde a bocanadas me trae mis decaimientos,
Y la fuente cercana semeja las lagrimas de la congoja
Que aprieta despiadada con su toque que retortija
La desvergonzada y altanera desdicha que en el alma aloja.