Ha girado una vez más, el tiempo rapaz
en su paso circular
como tantas veces, su aguja nos cercenó
en nuestra torpeza al caminar.
Pero hoy hemos llegado
en tiempos gastados
algo sofocados de ideales
sin saber lo cierto, de lo aparente.
Es costumbre en este día final
llevar en boca del deseo
augurios y bondades
a quienes de alguna manera se ama.
Por eso y otras cosas, hoy digo
que lo mejor sea posible
en la medida que cada uno desee
de mi parte, en esta ocasión.