L.L. Cuitiño

constructo

Eres pomposidad, elegancia pura y majestuosa,

Bella danza de palabras y pensamientos eres, rígeme con tu dogma,

Adoctríname con tu elocuencia y deja que fluyan mis acciones

Deja que el poeta sea el mar más fiero y blandid tu látigo en mi cerebro hasta corregir mi vida

Que los golpes sean certeros y surcan llagas en mi ser, que se abran y se aprecie la carne roja,

Que la sangre corra como cadejo asustado en la noche y se vierta por todo el alféizar en el cual estoy sentado…

Deja que mi cuerpo se fatigue y mi mente obnubilada se pierda en la inmensidad del dolor,

Intrínseca sensación que al hombre perturba pero agrada…

Y cuando al fin mi cuerpo y mi mente lleguen al nirvana de Morfeas y Deimos,

Deja que este ser taciturno despabile y mira cómo el hombre renace y se pierde

Bajo el regazo de la majestuosa poesía.