Solo quiero desearte que este baile que hoy comienza con sus doce campanadas y el estruendo de miles de fuegos artificiales te sorprenda sin coreografía preparada, pero con toda la voluntad y la inteligencia, para improvisar en cada uno de sus 365 pasos. Y ya sea que lo bailes solo o en compañía de aquellos que han merecido tu cariño, no te falte la alegría y la salud, para estrenar cada una de esas 365 nuevas sonrisas que estás a punto de recibir como regalo en esta noche vieja. Que no te falten amor ni fuerza para cargar estas 365 hojas de calendario en blanco y llenarlas de emociones, de caras nuevas, de caras viejas, de pasión, de paz, de errores y de aciertos, con palabras y silencios. Desearte, que no te quedes nunca sin alguien que te quiera o sin alguien a quien querer, aunque no se diga nunca en voz alta, aunque no sea correspondido, mientras exista cariño en algún sitio, habrá bondad, habrá esperanza y habrá motivos para despertar en cada una de esas 365 nuevas auroras, aunque no todos los días sean soleados…
Quiero desearte que dentro de un año, cuando estés a la espera de las doce campanadas, haya en tu diario 365 nuevos recuerdos, alegres o nostálgicos, pero escritos con tu propia letra y estilo y que tengas 365 nuevos amigos, nuevos amores, nuevos hermanos, nuevos Padres, nuevos hijos con quien compartirlos, aunque las caras sean las mismas que hoy despiden contigo un año más…