Vino el ave a remontar el vuelo
en el velo de la tarde dormitaba
deshojando la caricia de su ruego
en la brisa mis pasiones desgarraba,
no era su sueño aquello
que mi boca anhela...
ni beso lo que mi rosa advierte,
en las tardes...
desbocadas de verano,
la gardenia de su labio
palidece.