Nhylath

¡Ea!...¡Musa!

¡En silencio pregunté a la musa,

el porqué de su ausencia!...

Y... ¡Oh sorpresa!...

El tintero seco ya por la indiferencia prolongada, volvió a llenarse, conminando a la puntilla a deslizarse suavemente en el albo  papel sediento de mis letras , de esas letras enmudecidas que callaron por largo tiempo, con motivos algunas veces, otras no!

¡Ea! ¡Musa!...

No te ausentes nuevamente,

recorramos cada línea del papel 

impregnándolo de suaves letras,

uniéndolas una por una,

para que nazca un poema,

de esos poemas que suelo escribir

con la punta de mi corazón,

aunque sin rima, medida, ni música,

sólo la necesidad de expresar mis sentimientos !

 

                        Nhylath