(I)
PULSIONES INFINITAS...
Ya se muestra
el ave encadenada...
venturosa
en su labio se alimenta,
de nostalgia...
la sonrisa sin retorno,
desnudado...
en la herida sin conciencia,
y en la tarde...
desgarrada de agua y oro,
la gardenia...
en la lluvia en que se adventa.
(II)
SUEÑO, O LA SOLEDAD DEL VACÍO...
Apenas se desboca el sueño
En cada instante,
En cada ínfima partícula...
Allá donde el arpa de la gloria
Distraída se alimenta,
Besando la cala incorpórea
Y desaconsejada...
Del vacío oscilovatiente e indeterminado,
Por el marginal insatisfecho
De una blanca nube.
Dulcemente atravesada
En el Arcoiris Incandescente de su dicha,
Por la nada desacostumbrada en su querencia
Desde el pavor serio, frágil y descuidado...
Del amor en que se excluye.