La Mariposa
Anoche, entre despierto y dormido,
me vi en mariposa transformando,
y sin rumbo ni destino volando,
en un inmenso jardín florido.
De flor en flor me fui posando,
de su dulce néctar libando,
del hermoso colorido deleitando
y de su perfume cautivando.
Entonces, sentada en el jardín,
una exótica figura vi
de cabello largo y dorado
cómo hilos de oro sin fin.
Estaba cómo ausente,
con la mirada perdida,
cómo una mañana nublada ,
con frío viento de poniente.
Revoloteando a su alrededor,
queriendo llamar su atención,
que me viera estuve esperando,
pero ella de mí no se percató.
En su hermoso pelo posado,
quedé admirando su belleza,
su fragancia y su dulzor,
pero ella a mí no me vió.
Anoche, entre despierto y dormido,
soñé volar hacia otros jardines
en busca de rosas y jazmines
llevando en mis alas el amor.
Francisco Rodríguez Otero
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