“Lo que con mis ojos percibo/ en letras lo voy expresando/ y escribo sonriendo por algún motivo/ y a la vez voy por otra razón… llorando”.
Veo abrazarse a los demás y recuerdo
cuántas veces igual así me abrazaron.
Mucha gente perdonando y me pierdo
pensando en un perdón que me negaron.
Veo personas que sueñan que vuelan
y me pregunto qué pasó con mis alas.
Volar, libertad, son cosas que se anhelan
y no se nos dan a pesar de no ser malas.
Veo una flor que muy triste se marchita
y pienso si aún vive una flor que regalé.
Gente que me dice que el alma es infinita
y siento que eso desde siempre lo sé.
Veo historias tan diferentes a las mías
y recuerdo que la mía aún se escribe…
Veo amanecer e imagino que nacen los días
porque al sol ninguna noche sobrevive.
Hay en un niño una maravillosa sonrisa
y me llega de pronto un olor a esperanza.
Veo unos cabellos despeinarse con la brisa
y una caricia que entre canas avanza.
Veo… y en ocasiones no quisiera ver
tragedias, tristezas; alguien entre sombras.
Un amigo que un día te llegó a conocer
y yo preguntándole si todavía me nombras.
Veo… ¡y me alegra mucho haber visto!
que aún hay momentos para vivir con calma.
Llego a comprobar que en verdad existo
cuando hay un arco iris en el cielo de mi alma.
Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
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