Detrás de una ilusión muerta voy,
las esperanzas mi vida las desecha,
quizá fue error mío por todo aquello que doy,
o, quizá sea el karma que me acecha.
Busco en brazos fríos un refugio tibio,
un momento de tranquilidad,
alguna noche donde me consuma el vicio,
de la inmensa y amarga soledad.
Tal vez encontrar en la barra de un bar,
aquello que no sea compañía fugas,
que no sea una noche para disfrutar,
que no sea un hombre más.
Quizá sea esta noche la afortunada,
quizá sea este bar el testigo,
de aquello que me pone divertida,
sin necesidad de algún trago ¡mi amigo!.
Un tequila para las amargas penas,
un trago para olvidarme del dolor.
que ya murieron las esperanzas,
de volverme a encontrar con el amor.
No será el día de hoy en este barra,
donde encuentre el calor,
solo se aprecia una deuda cara,
con altos intereses de dolor.
Quizá sea la ingrata necesidad,
la que entrega todo sin medida,
o bien el karma de la libertad,
por cada vez que hice mala jugada.
No veo un amor estable en el bar,
quizá el licor no fue buen amigo,
las horas pasan en mi caminar,
deseando el calor de un abrigo.