Me he reconciliado contigo, con tu recuerdo,
Con la imagen en sepia guardada en un rincón del alma
Me he reconciliado con tu voz silente de tantas décadas
Con tu verbo expresado en hercúleo abrazo
Se ha corrido el telón del corazón
Puedes venir si quieres. Han quedado las viejas calles en sosiego
Las esquinas del viejo pueblo envejecieron aún más en este tiempo
El invierno violento se vuelve con severa indiferencia hacia los huesos.
La espera ha sido larga, como una prórroga insensible de la vida
Robándome tus brazos entre sueños suicidas
Entre extensas absorciones de cigarros asesinos
Han brotado tus recuerdos, náufragos en mi almohada
Te he esperado, entra si quieres, otros rostros se reflejan en el alma
Madre ha partido, y un nuevo Sol nos ilumina cada día
Así que ven si quieres, encontraremos las historias
Entre libros y poesías, entre retratos y memorias
Un camino que retomamos tarde
De cada paso dado tengo heridas, algunas no cierran ni sangran, solo heridas
De cada paso dado tengo risas, algunas no se advierten ni escuchan, solo risas
Cada paso dado a mutilado insensiblemente la dicha de esta espera
Tarde me di cuenta de que jamás partiste
Tarde descubrí que el corazón se marchitó en la espera
Tarde comprendí que en mi alma dominaba el miedo
Tarde me di cuenta de que viví sin fe
Así que ven si quieres, despediremos juntos la Soledad,
Te quedaras a mi lado y juntos trazaremos un camino
Mis pies firmes en la greda, los tuyos en el espacio etéreo del espíritu
Mi mirar en el horizonte insondable, tu abrazo en el interior del alma eterna