Carlos Eduardo

D E S T I L O

 

 

Las sombras dibujan fantasmas de infinitos colores

y éstos se comportan autonómicamente,

ríen, cantan, cada cual saborea las tinieblas,

fluyen hacia distintos bosques donde sus amores se esconden,

nadie podría detenerlos, se escabullen sobre aguas, copas y ramas,

cuan fugaces,

tan elocuentes en su rapidez e imagen,

sus gritos sordos bullen,

la foresta está temblando por ellos,

de alegría, comunicados, sueñan.

 

Así, fantasías.