Hoja de antaño,
que vas con cuidado
¿será este un engaño
de aquel triste soldado?
Tus ojos lo piden,
tu alma lo evoca.
Aquellos no entienden
lo que el pasado provoca.
Y llega el otoño,
y esperas sus cartas,
no entiendo a aquel dueño
al que mal tú extrañas
Me queda un consuelo:
el corazón sana
y emprende su vuelo
a tierras lejanas.