Sé, que no
te puedo
tener,
que aquello
sucedió,
y a la consecuencia
me tengo que atener,
pero no te puedes
oponer,
a que al leer,
estas disparatadas rimas
escritas por este
“Abominable chiquillo de
los Madriles”,
de unas risas
no te podrás abstener,
ahora solo te puedo,
con mis locas ocurrencias
entretener.