Sueño con tener una casa al mar. Poder dormir y despertar con el arrullo de las olas, el canto de las gaviotas, el olor a salitre que fluctúa en el ambiente.
Caminar bien temprano o al atardecer por la playa desierta, mirando el horizonte, suspirando profundo, recordando y amando en el silencio.
Zambullirme en aguas profundas. Llegar a la superficie, extender mis brazos en cruz y dejarme llevar por la corriente mientras el sol acaricia mi cuerpo desnudo.
Poder escribir y escribir teniendo siempre ese paisaje marino. Fuente inagotable de inspiración. Dar vida a historias, cuentos, prosas, poesías….
Contemplar la puesta de sol escuchando la sinfonía marina, sin prisas, sin preocupaciones, sin angustias o temores.
Que el viento juegue libre a mi lado, la lluvia se haga presente cuando lo desee acariciando todo lo que encuentre a su paso.
Perderme en mi mundo donde no haya prisas, horas, segundos, tiempo alguno.
(suspiro profundo)
La realidad me abofetea y me hace retornar. Pero bueno, los sueños, sueños son y nadie me los puede quitar.