A veces sí
siento a Dios
en mí.
A veces no
encuentro
al Dios que busco
(es indiferente a mi ruego).
Noto que late,
que vive dentro
de mi costado izquierdo,
corre en las venas
que llevo,
se pierde entre la niebla
a ras de suelo,
brota en mis labios,
me echa el Aliento.
Me atormenta, me roe
y crucifica los anhelos,
me cilicia el amor
que quiero
-no es ,porque yo
lo niego-)
(Salvador)