Por amor adolescente
dos almas fusilan a las reglas,
que impuestas sobre sus cuerpos
derraman la sangre de cuerpos vacíos.
Que está loco, que no escampa
sus dulces labios de humo de crío.
Ve la niña, sus ojos verdes,
achinados por el frío ensordecedor,
y él, triste y apagado
ve sus ojos color tierra.
Sus almas gritan de amor,
sus ojos recitan sus versos en lágrimas
que, junto al reloj y la manecilla en llamas,
corre a sollozar otro triste aroma de muerto.
Desconsolados, abrazan sus penas
como aquel que abraza a un barco que naufraga,
y esculpen sus besos en caricias en los labios invocando al amor.
Amor dulce y a la vez apasionado:
Simple encanto de dos adolescentes mutilados por estereotipos inertes que a veces rebosan en sus pupilas inocentes.
Pero, en realidad, se oye el último canto del ruiseñor
que recorre sus cuerpos en mente y espíritu y corazón y alma.
Una voz les susurra bajo cantos de tierra extranjera un leve aroma de los vivos:
Tempus fugit sed carpe diem.
Los enamorados acarician sus iris una última vez,
y entre sus labios se forma una rosa.
-AMS.