Dentro de poco tiempo puede ser insensato
abrir fuego a tu figura que se dibuja aún en mi cama,
es posible comenzar a incinerar cada fotografía
que olvidaste a propósito entre mis cosas.
Te puedo perdonar perderte en el tiempo, en el espacio,
pero jamás, ¡Jamás! (respiro);
imponerte en mis recuerdos y en mis dolores.