El dolor es más grande
que la felicidad,
este se abraza enterrándose
como daga en la nostalgia
penetrando lentamente
el alma, dejando angustia
y desesperación.
Hunde a los sentimientos
en el abismo candente del desconsuelo,
ahogándolos en desgarradores gritos
pidiendo clemencia ante la brutal
condena.
Tenemos que vivir
en la inclemente hoguera
del sufrir, este suplico quema
dejando profundas llagas
que lentamente van descarnando
la esencia de la vida.
La dicha se esfuma
dejando huérfana a la alegría,
que se sumerge en el abismo
de lo perdido, ante la brutal
inclemencia del suplicio.
Tortura los sentidos
en el calvario de la agonía,
devora el cuerpo hasta extinguir
su existencia de la faz terrenal,
quedando sólo cenizas
de lo que fue la radiante
felicidad.
Magali Aguilar Solorza
(Quiet Night)
Sábado/Septiembre/4/2010 20:18:36:16 pm
Autor mexicana
POEMARIO, EL CLAMOR DE MI ALMA, Página No 95