Cuando Dios mando a su hijo al mundo,
pensó en hacernos un regalo,
que tendría como finalidad unir a la humanidad,
enseñarnos a poner en práctica la bondad,
la misericordia, el amor, la sabiduría y la piedad.
Esos dones y signos siguen presentes en el corazón.
Hermosos regalos que Dios nos envió,
regalos que en esta época se desempolvan y hay que practicar.
Un mandamiento que vale más que oro,
\"Amar a tu prójimo como a tí mismo\"
esto, aún sigue guardado en la humanidad.
hoy y siempre debemos de adorar y honrar a Dios.