emiliodom

NUESTROS ABISMOS

    No hay preparadas caídas ni trampas, y no hay nada que nos deba dar miedo ni atormentar. Estamos en la vida, como en el elemento a que somos afines, y hemos llegado a ser, por una milenaria acomodación, tan semejantes a esta vida que, cuando nos estamos quietos, apenas se nos puede distinguir de lo que nos rodea, por un feliz mimetismo.   No tenemos ninguna razón para desconfiar de nuestro mundo, pues no está contra nosotros.Si tiene espantos son nuestros, si tiene abismos, nos pertenecen; si hay peligros, debemos intentar aceptarlos. Y si orientamos nuestra vida, solamente según ese principio que nos aconseja mantenernos siempre en lo difícil, entonces lo que ahora se nos aparece todavía como lo más extraño, se convertirá en lo más familiar y fiel de nosotros.