Me defino como soñadora, y a la vez incrédula.
No creo en la humanidad tal cual la veo hoy,
pero sueño una humanidad distinta, más sana.
Cometimos tantos errores de los que aprender,
olvidar de guerras y odios que ya destruyeron mucho,
respetar a la naturaleza acompañando sus ciclos,
para evitar que los que tienen mucho desperdicien
y los que tienen poco junten sus migajas de basurales.
Miro el horizonte como si viera ese mundo distinto,
mientras elevo mis plegarias a nuestro Ser Supremo
que nos dio un planeta rico y abundante sin poner precio.
Soy soñadora, sólo veo en que tú y yo nos parecemos,
me duelen las tontas divisiones que no conducen a nada.
Si es utopía, por favor, ¡déjenme seguir con mis sueños!
Marcela Barrientos 24/11/2018 ©®
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Argentina