A ver si nos arropa una mañana,
El Sol naciente con el mismo rayo,
A ver si nos despierta el bello canto,
De ese inquieto y dulce canario.
Yo ya te abrazo con el alma,
Aunque no te haya visto ni tocado,
Seguro te das cuenta por las noches,
Ese temblor soy yo, justo a tu lado.