“¿Es que en verdad se vive aquí en la tierra?
¡No para siempre aquí!
Un momento en la tierra,
si es de jade se hace astillas,
si es de oro se destruye…”
Nezahualcóyotl
Y estamos solos, simplemente solos,
buscamos el amor entre cobijas
entre sábanas mojadas,
qué absurdo ritual es éste
de enterrar el cuerpo en otro cuerpo.
No. No existe el amor
es sólo la necesidad de quedarnos solos
de jar que las venas se llenen de sangre
y los sentidos de palabras.
Cuanto murmurio hay entre las bocas
(que retienen palabras)
Metamorfosis del beso
que nada dice…
pero estamos solos
somos el reumatismo de una noche callada
-nos duele el alma-
Quizás seamos la sombra que se refleja en el suelo
o el olor a sexo
pero siempre estamos solos, solos, solos,
aun en el éxtasis de la caricia
en el mudo gemir que nos abrume;
escudriñamos al amor
pero no existe, no está y, estamos solos
entre los brazos del hambre y la sed
que sólo un momento satisfacen.
Pero estamos solos
entre estas cobijas,
(donde no hay nada ni siquiera el cuerpo ni la sombra)
Solos simplemente solos.