ivan semilla

Orgasmos

Respirar todo un sueño una tarde posible

y oler de nuestras carnes el perfume del hueso

tomarnos de los ojos por las manos del tiempo

amarrar nuestros labios con los broches del beso.

 

Quemarnos entre orgasmos intensos, furibundos,

en abrazos-cenizas, proyectarlo en los mares.

Cuando el amor se eleve con miradas profundas 

en el mismísimo cielo, volarnos por el aire.