Vamos aclarando este tema.
Amo tu historia de neurosis.
Amo tus berrinches de niña caprichosa.
Amo cuando los nervios toman posesión de tu persona.
Muchas veces me causan risa
Te confieso que hasta el modo que dices: doctor.
Tu falta de experiencia para decir dichos.
Me tiene al borde de la locura cuando entras a un cuarto.
El compás de tu cintura y esas libras de más.
Esa risa de niña que se ha convertido en mi alegría.
Ahora me pregunto ¿quién de los dos está más loco?
¿Si tu por ser tan bella?
¿O yo por amarte con todas mis fuerzas?
Sin embargo, confieso que no cambiaría nada de ti.
Mi ángel piel canela.