Me queda de ti tu olor que todo lo impregna, tus labios delgados que con dificultad logre besar, algunas caricias casi forzadas sin el goce que sugiere el amor, unos pocos amaneceres en completa vigilia esperando que la mañana me robara tu presencia, tantos te quieros escritos que ahora parecen no tener sentido, tantas horas acompañadas de tu ausencia, pero el corazón es torpe y sigue creyendo...