Mientras aquellos pájaros de trinos sinfónicos,
Están posados en lo alto de las ramas del sauce llorón
Que bordea el camino que recorro a diario,
Voy en busca de tu sonrisa de fiesta, que domina mis pensamientos,
Nunca le digas a nadie, pero tienes mi verdad en tu puño,
TE AMO, y
Al decirlo tiembla mis labios y se visten de sueños mis ojos,
Se embriagan mi alma colmada de flores, que dan tu mirada.
Ya no son míos los versos, ni siquiera mis cenizas me pertenecen,
Ahora debes saberte dueña del amor
De este seudo poeta que improvisa palabras en tu honor,
Quiero recoger todos tus besos, me ahogare en ellos te lo prometo,
Guarda tus labios para mi pronto regreso.
Tus caricias dictas las palabras que escribo,
Que nadie disfrute de ellas, pues no se lo permito,
Son solo para ti, sabrás tú, si las divulgas.
Esta noche, si, esta noche,
Deshojare tu cuerpo y beberé la fragancias de los pétalos,
Escondidos en cada rincón de tu piel
Bella flor de mi paraíso divino, mi dulce pecado, mi gran tentación.
Que el viento acelere mi andar, pero que no desvié la flecha
Que Cupido lanzo, mi corazón se sacude, se extrémese,
Y ya te llama a la distancia, pronto estaré en tus brazos mujer,
Pronto me dirás te amo, y dibujaras de nuevo para mí,
Tu sonrisa de fiesta que anduve buscando.