En mi mente una voz
que a veces me orienta
que otras me inspira
y muchas me desanima.
Sólo me habla de su amor
y me hace sentir mejor
pero por momentos no parece ser yo.
Quisiera pedir perdón
por no escuchar esa voz
porque muchas veces
ha tenido la razón.
Me he apartado de vos
pensando que no había nada de dos,
y es que debí escuchar esa voz
porque muy bien sabía que
estábamos ansiosos
de amor.