Me dejé llevar por las velas del barco.
Me sometí al hermoso y ancho mar,
pensando en apuntar la flecha con el arco
hacia la isla en donde te vería brillar.
La flecha se desvió
cuando la luz se apagó,
y quedé náufrago.
En lo desierto de una isla desconocida
camino sin rumbo buscando un sentido a mi vida.