Amor, amante y constelación
el cielo ya no es tu rostro
es trinchera de nostalgia
altitudes que despejan tu adiós
un instante interminable
sol, edades y sombras
El cielo que te olvida
ruge y pájaros pasan
blancas pieles, tú
vestidos grises, ellas
Todos vinimos solos
a encontrarnos a propósito
Tu cielo es tan grande
que acapara mi asombro
y me dejaste volar allí
donde no se esconde el miedo
Tanto te costó marcharte
que quisiste, mía, volver
Ya no eres el cielo negro
y te sorprende ver estrellas
aún así te quiero, melancolía
Me diste el tiempo que debió seguir
La tarde llega y con ella tú
a librar los colores de esta guerra
-Frank Ayala