Joseph Aragón

En este inmenso parque.

En este inmenso parque, donde no alcanzo;

y soy tan pequeño que nadie me puede ver.

A lentos pasos por la vereda encharcada

solo, escuchando el eco de bellas palabras

que algún día escuché.

Y  ante el espejismo de los viandantes

ellos, que hoy se han ocultado de la oscuridad,

los faros lloran recordando

las manos enlazadas y los jóvenes rostros;

esta noche siento la vida cuando para todos murió.