Izandro

Rosal de Madrugada

 

Hoy se abrieron muy temprano las margaritas,

Y una rosa muy tierna se ha mostrado en botón,

El tallo del cual florece es dulce y delicado,

Como hoja de loto… sin espinas en el verano.

 

El sol ha despuntado cual alba enamorada,

Y el extraño rey ha sonreído con su brillo,

Despidiendo a la noche con un amable beso,

Y posando en su regazo, a las flores de mañanita;

Es tiempo perfecto, para abrazar el frío de la brisa,

Y darle el calor de su henchido pecho,

Como adormeciendo el calor del buenos días,

Y despertando a la fría madrugada.

 

Eres como un rosal casi perfecto,

Con aroma propio y color de tus mejillas,

Las espinas de tu tallo se han marchado,

Y te has mostrado frágil como dulce halo de viento.

 

He abrazado tu frágil miedo,

Y enjugado en mis mejillas tus tristes lágrimas,

He guardado en mi memoria el temblor de tus palabras,

Y una vez más, se aleja la lejanía.

 

Eres rosal de madrugada,

De color y aroma casi perfecto,

Con tu frágil sonrisa y tu mirada sin recuerdos,

Eres como pétalo de flor en terciopelo,

Cobijando en sus brazos una rosa en botón aun creciendo,

Y aromando mi existencia con tu sonrisa que es un cielo.

Eres un rosal de madrugada,

Tu rocío en las mejillas, son como diamantes ante el viento,

Y tus susurros, son el aire del cual respiro;

Eres, como néctar de miel en mi firmamento,

Y perfume que se anida en mi aliento.

 

Hoy se durmieron las margaritas,

Porque un rosal de madrugada se ha abierto,

Trayendo un botón de flor bajo su cuello,

Y abrazando a un lucero,

Como rosal en el firmamento.