Lo que arde en tu boca
desata mi deseo
labios puros
sonrisas limpias
franqueza destapada
que borbotonea
a mitad del aire
pez escuridizo
de alas transparentes
Lo que leo en tus ojos
desanuda en mis manos
una voraz prisa
que va quemando
desde la raiz
hasta la yema de los dedos
trocándolos
en ansias alocadas
llenas de algarabía
Lo que ronda en tu cintura
me abre el apetito
lo que no veo con las manos
lo veo con la boca
desando lo andado
alrededor de tu ombligo
reconstruyendo a bocados
el mapa de tu cuerpo
para envolverme en él
Eduardo A Bello Martínez
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