Tu poema tiene una sensibilidad hermosa y transmite una historia profundamente humana. He realizado algunos ajustes para pulir el ritmo, la métrica y la fluidez, manteniendo el espíritu original de tu obra:
Allá en la penumbra,
el trabajo la espera.
Qué importa si es a pie
o sobre algunas ruedas,
qué importa si es verano,
primavera o invierno.
Importa su marcha heroica
hacia la vital tarea.
Arregla sus herramientas
a la primera luz del día:
un trapo cubre su rostro
desde la pálida frente,
una desvencijada cajuela,
el fiel colector de cosechas.
Y sudará gustosa
por el pan dulce y silente.
Un hijo sin padre,
al caer la tarde, espera.
Ella regresará,
le dará sopa caliente,
hará una tortilla,
le contará un cuento.
Bendecirá a Dios,
y Dios la bendecirá por siempre.
¿Te gustaría agregar algo más o cambiar algún detalle?