Un amor que muere nunca lo revivas
pues no será el mismo de años atrás,
Por más que se rieguen esas siemprevivas
¡ese olor divino jamás lo tendrás!
Al ver los capullos tristes y marchitos
siento que ellos nunca más florecerán,
y en las madrugadas se oyerán sus gritos
pidiendo clemencia que no la tendrán.
El tiempo perdido es tiempo que se ha ido
y por más que intentes nunca volverá,
hoy el corazón sangra y está herido
llorando callado por tanta maldad.
María B Núñez